Bajo la sombra tutelar del Libertador Simón Bolívar el Colegio Nacional de Periodistas celebró solemnemente el Día Nacional del Periodista.

RAFAEL SERRANO PRADA, DIRECTOR DEL DIARIO EL FRENTE, EX REPRESENTANTE A LA CÁMARA POR EL PARTIDO CONSERVADOR, EXPRESIDENTE NACIONAL DEL COLEGIO NACIONAL DE PERIODISTAS Y FIGURA PROMINENTE DEL PERIODISMO COLOMBIANO.

Tal y como estaba programado, a las 5 de la tarde del lunes 5 de agosto el Colegio Nacional de Periodistas llevó a cabo la celebración solemne del Día Nacional de Periodista en la Casa de Bolívar, sede de la Academia de Historia de Santander.
El acto fue instalado por el señor presidente (e) de la Academia y vicepresidente de la institución doctor Gustavo Pinzón González, quien a continuación dejó el manejo de la sesión en manos del Colegio, por lo que la dirección del mismo la asumió el señor presidente de la entidad periodística en esta seccional doctor Enrique Ochoa González.
En el acto, en el que fungió como maestro de ceremonias el periodista Alirio Suárez Hernández, recibieron un reconocimiento especial los académicos Edmundo Gavassa Villamizar del CPB (Círculo de Periodistas de Bogotá), Fabio Torres Barrera y Carlos Mauricio Serrano Gutiérrez, y se entregó la credencial de periodistas a los jóvenes comunicadores universitarios Mónica Juliana Puyana Otero y Francisco Alberto Daza Gómez, lo mismo que a los periodistas Eduardo Pilonieta Pinilla y Óscar Humberto Gómez Gómez.
Entre otras personalidades, el acto contó con la presencia del señor Cónsul de la República Bolivariana de Venezuela doctor Jesús David Quintana de la Riva, del señor expresidente del Senado de la República y cofundador del Nuevo Liberalismo doctor José Blackburn, del señor expresidente de la Empresa Colombiana de Gas (Ecogás) doctor Abner Duarte Santos, quien estuvo acompañado por su señor padre don Teodoro Duarte Garzón, del señor gerente general de la empresa petrolera colombiana con presencia en Houston (Texas, USA) Cerex S.A. doctor William H. Blackburn, así como también del señor exrector de la Universidad Industrial de Santander (UIS) y expresidente de la Academia de Historia de Santander doctor Miguel José Pinilla Gutiérrez, el ingeniero, historiador, poeta y compositor maestro Juvenal Fonseca, el historiador y abogado doctor Pedro Antonio Vivas Guevara, el abogado, historiador, columnista y empresario doctor Sergio Rangel Consuegra, y el expresidente del Honorable Tribunal Administrativo de Santander y exvicepresidente de la Academia de Historia de Santander doctor Rafael Gutiérrez Solano.
Igualmente, estuvieron presentes figuras de la locución santandereana como don Jorge Pertuz Aleán de la cadena Caracol y Víctor Suárez de la Emisora Cultural Luis Carlos Galán Sarmiento, y de la reportería gráfica como el maestro Carlos Eslava.
Los familiares y amigos del nuevo miembro del Colegio Nacional de Periodistas Óscar Humberto Gómez Gómez lo acompañaron en este momento tan especial de su vida, cuando cuarenta años después de que arribara al desaparecido periódico El Deber, y muy posteriormente al también desaparecido Diario del Oriente, para terminar en las páginas de EL FRENTE, recibiera la credencial de periodista. Estuvieron presentes su señora madre doña Matilde Gómez Sánchez, sus hermanos José Leobardo y su esposa Marina de Gómez, Gloria Adela y Eugenia Amparo, sus sobrinas Claudia Alicia Rincón Gómez de Alterio, Sandra Margareth Gómez de Cadena y Clara Fernanda Mateus Gómez, su esposa Nylse Blackburn Moreno (de quien destacó su estrecha participación en todos sus proyectos culturales), sus hijas la psicóloga Alejandra Estefanía Gómez Blackburn y la estudiante de Odontología Paula Natalia Gómez Blackburn, su suegro don Héctor M. Blackburn Ortiz y señora Xenia Ortiz de Blackburn, sus cuñados Lucena Blackburn Moreno y William H. Blackburn Moreno, sus amigos el ingeniero químico y empresario Christian Jaimes y su señora esposa Olga de Jaimes, el eminente neumólogo doctor Fabio Bolívar Grimaldos y su señora esposa la exdirectora del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses Regional Nororiente doctora Elvira Aguilera de Bolívar, el abogado Luis Carlos Pinzón Sánchez, la educadora Ruth Esther Meneses Pedroza, el ingeniero químico Luis Alfredo Acuña, don Alonso Prieto Galvis, el empresario don Álvaro Jiménez y doña Clarita Villamizar de Rueda, entre otros.

Hicieron uso de la palabra varios oradores. De manera muy especial, se destaca en esta nota el discurso pronunciado por el director del diario EL FRENTE y expresidente nacional del Colegio doctor Rafael Serrano Prada.

Origen de la celebración y del Colegio

La ley 918 del 2004 estableció el 4 de agosto como el Día Nacional del Periodista, festividad que tradicionalmente se venía conmemorando el 9 de febrero.

La diferencia de fechas obedece al personaje en cuyo honor se consagró la celebración.

Según la posición clásica, la celebración del Día del Periodista nació el 9 de febrero de 1791 cuando apareció en la capital del país el primer periódico. Se llamó Papel Periódico de la Ciudad de Santafé de Bogotá, órgano fundado y dirigido por el cubano Manuel del Socorro Rodríguez de la Victoria. En aquel periódico se publicaron artículos de prensa escritos por algunos de los más destacados próceres colombianos: Antonio Nariño, Francisco Antonio Zea, Francisco José de Caldas, entre otros. Los temas que se trataban eran del más diverso contenido y se referían a la vida social, literaria, científica, militar y civil de España, entendiendo como tal la metrópoli y sus colonias, entre ellas la Nueva Granada.

Sin embargo, como ya se anotó, la precitada ley 918 de 2004, estableció una nueva fecha para la celebración del Día Nacional del Periodista, la del 4 de agosto, en homenaje a otro gran precursor de la prensa, pero principalmente de la libertad de expresión: el patriota de la Independencia Antonio Nariño, quien tradujo del francés e imprimió en la clandestinidad -y alcanzó a distribuir también en la clandestinidad- la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano, por lo cual es considerado el primer periodista político del país. La fecha ha generado controversia.

De todos modos, como ya se dijo, el 9 de febrero sigue siendo conmemorado por un sector de los periodistas. En efecto, a pesar de lo dispuesto por la ley, el Círculo de Periodistas de Bogotá (CPB) ratificó el 9 de febrero como el Día del Periodista Profesional, consagrado como tal por la Ley 51 del 18 de diciembre de 1975.

El Colegio Nacional de Periodistas, por su parte, celebró el 4 de agosto, el Día Nacional del Periodista con un almuerzo de compañeros que tuvo lugar en un acogedor sitio campestre ubicado en los alrededores del estadio de fútbol Álvaro Gómez Hurtado, en el costado oriental de la autopista Floridablanca – Piedecuesta.

La celebración solemne de la festividad tuvo como escenario la Casa de Bolívar, sede de la Academia de Historia de Santander, a donde trasladó la presidencia de la república de la Gran Colombia (Venezuela, Nueva Granada y Quito) el Libertador Simón Bolívar.

Palabras del director de EL FRENTE.

A continuación, insertamos el texto completo de la intervención del exparlamentario Rafael Serrano Prada:

“Soy yo el más humilde de los activistas de la pluma para hablar en este recinto sobre las excelsas condiciones de Óscar Humberto Gómez Gómez, el académico, el escritor, el creador de una escuela de música y de un estilo de vida en Santander de quien se hablará durante toda la vida por lo que ha hecho por este departamento. El verdadero libro de Bucaramanga lo escribió Óscar Humberto Gómez, revisando las páginas de los periódicos, particularmente del diario EL FRENTE en donde durante setenta años se ha registrado la vida diaria de este departamento.
Pero déjeme decirle, doctor Fabio Torres, que cuando usted hablaba del 4 de agosto como fecha memorable que dio lugar a la celebración de hechos históricos que dieron lugar a la celebración del Día Nacional del Periodista, se quedó olvidado un hecho que debería llenar de orgullo a los santandereanos: el 4 de agosto fue la batalla del Pienta en la cual las tropas del general Lucas González, español, intentaron sobrepasar el asedio vigoroso del aguerrido charaleño que pretendían reforzar las del general Barreiro, que fue derrotado tres días después por el Libertador Simón Bolívar en el puente de Boyacá; batalla del Pienta en la cual nuestros antepasados santandereanos y comuneros dejaron plasmadas con sangre sus huellas en la historia; porque allí hubo una mortandad terrible de santandereanos, de colombianos, de patriotas, en la población de Charalá, que con palos, escopetas y otros elementos rudimentarios se enfrentaron a las tropas españolas; y debería ser el 4 de agosto el día de la Independencia colombiana, y no el 7 de agosto, como está consagrado en los textos históricos. De manera que son varias gestas importantes las que confluyen en la celebración del 4 de agosto.  Para mí es un honor hablar en este recinto; talvez no tengo los méritos para hacerlo con la inteligencia y la sabiduría de muchos de los académicos que aquí son guardianes de la historia. Pero la presencia del señor Cónsul de Venezuela, joven diplomático de carrera, me hace recordar que cuando Perú Delacroix preparaba la biografía del Libertador Simón Bolívar, en los tiempos en que desde aquí seguía los desarrollos de la Convención de Ocaña para darle perfiles jurídicos a la organización de Venezuela, Ecuador y Nueva Granada, a la Gran Colombia particularmente, hubo un hecho histórico, señor Cónsul, que parece que no está muy reseñado en los textos que se refieren a lo que pasó en esta casa, y es que por estos corredores una mañana muy preocupado el Libertador le dijo a Perú Delacroix una frase que es del patrimonio de la historia del periodismo colombiano: “Mire, Perú, escríbele a tu amigo a París para que nos mande la imprenta, porque en tiempos de guerra son tan importantes las imprentas como los pertrechos”. Ese pensamiento del Libertador tiene plena vigencia hoy en un país que se mueve por los efectos mediáticos, por la circunstancia de que al instante, de un hecho que se produzca en cualquier lugar de la Patria o del mundo nos llega la información de lo que está aconteciendo; tiene una guerra, unos “flashes” de información negativa que llega al cerebro de los colombianos en todo momento, que solo pueden ser canalizados por la responsabilidad de quienes escriben en esos medios de comunicación. “Mire, Perú, escríbele a tu amigo en París para que nos mande la imprenta, porque en tiempo de guerra son tan importantes las imprentas como los pertrechos”. Gracias a los medios de comunicación en gran parte el Estado ha ganado la guerra contra la subversión y el terrorismo, gracias a los medios de comunicación que explayan al instante la información, con lujo de detalles, de los acontecimientos, sobre los escenarios donde se producen los hechos la nación se entera al instante y se convierte, como se ha convertido Colombia, en una nación deliberante, plenamente deliberante. Yo apoyo la proliferación de medios de comunicación: está prevista en la Carta Política, donde se dijo que todo ciudadano colombiano tiene derecho de crear medios de comunicación. Fue ahí donde el periodismo dejó de ser una profesión para convertirse otra vez en un oficio. La profesión se había reconocido anteriormente por mandato legal y al expedirse la Constitución del 91 la actividad de los periodistas volvió a ser un oficio, que no una profesión.
De manera que, doctor Óscar Humberto Gómez Gómez, usted ingresa a una cofradía en donde sentimos una gran admiración por la tarea que ha venido realizando.
Conocí a Óscar Humberto pergueñando cuartillas en el Diario del Oriente en una época en que Bucaramanga tenía cinco diarios. Cuando a la gente le cuentan estas cosas les parece asuntos de fantasía. Bucaramanga fue la ciudad más diarista del mundo, en proporción al número de habitantes. Hace cuarenta años circulaban simultáneamente Vanguardia Liberal, EL FRENTE, El Deber, Diario del Oriente, Diario de Bucaramanga y El Liberal de Santander, seis diarios. Pero los diarios de entonces no tenían sino ocho o doce páginas. La modernización de los medios y el volumen de la información que reclama la audiencia, con más entusiasmo, con más voracidad, con más deseos de conocer detalles de lo que ocurre en el medio que lo rodea, un medio de comunicación impreso que se precie, que se respete, debe brindar no solo la información local, regional y nacional, sino la internacional y al instante, de manera que los medios que pueden soportar esos volúmenes de información que reclama la audiencia no son muchos: Vanguardia Liberal, que se sostiene en el primer lugar, y EL FRENTE, que reclama y ha rescatado su segundo lugar en el reconocimiento del pueblo santandereano. Debo aclarar aquí que yo no soy el fundador del diario EL FRENTE. Yo me formé en las instalaciones del diario EL FRENTE hacia 1963, 64, al lado del poeta Rafael Ortiz González, que había sido el fundador del periódico; EL FRENTE fue fundado el 2 de diciembre de 1942, cuando mi vida estaba todavía en la mente del Espíritu Santo. Entonces llegué a este oficio en 1963 y estoy todavía dedicado a la más hermosa de las artes, pues como dice Gabriel García Márquez no hay actividad más hermosa que este oficio de la comunicación. Si no existiera una gran pasión detrás de lo que hacemos, querido Óscar Humberto, no estaríamos dedicados de tiempo completo a este oficio. Aquí están presentes personas cuya pluma respeto y que son creadores de opinión pública en nuestro departamento. Cómo no exaltar a Sergio Rangel Consuegra, la mejor pluma del departamento, el García Márquez de nuestro departamento. Cómo no exaltar a Óscar Humberto Gómez como la mente más lúcida, que nos ha puesto a pensar en poesía, en canciones, realidades contestatarias de la vida que nos corresponde hoy. El Campesino embejucao es una plegaria al cielo para pedirle a Colombia que cese la violencia, que cese la guerra. A veces con escepticismo y particularmente ahora, miramos los procesos de paz y sentimos que puede haber una amarga frustración frente a lo que está pasando en Cuba, en La Habana, pero el país no será el mismo después de estos diálogos de paz, porque así se consiga la paz o se produzca una dinámica de guerra, el país será distinto después de lo que el presidente Santos se propuso hacer tratando de conquistar afanosamente la reconciliación entre los colombianos. Le hemos extendido un cheque en blanco al señor presidente de la república para que este afán, plasmado en su obra de El campesino embejucao, que a unos les preguntan si son liberales, y a otros si son conservadores, o si son comunistas, o si son de las Farc o del Eln, o de otras organizaciones, pues esos versos que usted ha escrito, y que tienen vigencia, no ahora, por los siglos de los siglos, son el canto del abogado de la paz, que usted ha escrito y que se difunden todos los días en las emisoras de Colombia. Pero es que además Óscar Humberto Gómez Gómez es un jurista consumado, estudioso, conoce y estudia la jurisprudencia de las altas cortes y la aplica en sus documentados alegatos ante la justicia contencioso-administrativa, seguramente aquí está uno de los magistrados que más respetamos, el doctor Rafael Gutiérrez Solano, que seguramente habrá leído la prosa de este litigante que es el doctor Óscar Humberto Gómez, que maneja muy bien las explicativas, en sus escritos usted maneja muy bien las explicativas, las frases explicativas, y analiza a fondo la subjetividad que trasciende de las providencias judiciales, y obviamente leyendo uno a Óscar Humberto Gómez Gómez se deleita, se delita infinitamente y mejora sus conocimientos, y además a los periodistas les recomiendo que lean mucho a Óscar Humberto Gómez Gómez porque ese es el estilo de la crónica, que hace mucha falta en nuestro departamento. Yo he insistido en las reuniones ante las facultades de periodismo de Bucaramanga, tenemos dos facultades: la de la Universidad Autónoma y la de la Universidad Pontificia Bolivariana, que los periodistas no se contenten con escribir una frase sino con hacer la crónica, porque la crónica como el discurso tiene muchas explicativas, la crónica como el discurso tiene exordio, peroración y proposición, contenido, presentación, para llegar a unas conclusiones, y lo que más vale en el oficio de la comunicación es la capacidad para producir crónica. Hemos dado grandes cronistas como Juan Cristóbal Martínez, así como grandes editorialistas como Manuel Serrano Blanco, el tribuno de la elocuencia, en fin, este ha sido un departamento de escritores, de mentes iluminadas, y yo creo que con el pasar de los tiempos el doctor Óscar Humberto Gómez a quien hoy, para orgullo del Colegio Nacional de Periodistas, recibimos como socio, como afiliado permanente y a perpetuidad, es un honor más para nuestra agremiación que para él, haber ingresado a esta colegiatura. De manera que felicitaciones al doctor Óscar Humberto Gómez, felicitaciones al doctor Edmundo Gavassa, al doctor Eduardo Pilonieta, al doctor Serrano, y a estos jóvenes que son la promesa fresca de la comunicación, porque en el día de hoy, en este escenario de la cultura y de la historia, estamos asistiendo a un momento estelar de las letras santandereanas.
Y hay que defender los valores de la historia, porque la historia es testigo de los tiempos, luz de la verdad y maestra de la vida. He dicho. Muchas gracias”.

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