Yodo, más yodo. Por Manuel Enrique Rey [*]

Políticos y gobernantes, casi nunca están dispuestos a proveer soluciones efectivas al verdadero problema de la humanidad: la desnutrición. Oímos con frecuencia que es necesario educar, que habrá equidad, que es importante la seguridad, empleo, vivienda, bienestar, esparcimiento, paz, etc.; jamás que es necesario nutrir al pueblo. Y no es populismo.
Razones habrá múltiples. La primera es la misma evocación de la palabra malnutrición que conlleva a relacionar el fenómeno con los desastres naturales, las sequías y los niños con vientres hinchados. Casi nadie sabe que aunque no es la única causa, la desnutrición globalizada de nuestros coterráneos no solo se debe a falta de calorías. También puede ser causada por no tener la dieta diaria la necesaria y suficiente cantidad de vitaminas, minerales y proteínas.
Sin nutrientes el cuerpo humano se enferma. Sin proteínas se retrasa el crecimiento de los niños, disminuye la inmunidad, se debilita el corazón, el sistema respiratorio. La anemia ferropénica contribuye al 20% de todas las muertes maternas, 50 millones de personas en todo el mundo tienen algún grado de deterioro mental causado por la deficiencia de yodo. En Colombia el 33 % de los niños entre 1 y 4 años presenta anemia (porcentaje medido por los valores de concentración de hemoglobina), el 38 % entre los de 5 a 12 años, el 33% de las mujeres entre los 13 y 49 años. Más del 10% de nuestros niños de las comunidades pobres, indígenas y rurales son los más afectados. Sufren retraso del crecimiento, se les afecta el sistema inmunológico, se atrasa el desarrollo físico y mental, se incapacita la producción suficiente de anticuerpos, se sienten cansados y aletargados. Fuente: Unicef.
Aunque la desnutrición es un problema complejo, la ciencia podría ofrecer algunas soluciones. Se están explorando muchas formas de mejorar la dieta a partir de nutrientes adicionados a los alimentos y, creación de nuevos tipos de alimentos producidos en laboratorios. Los países desarrollados estudian la adición de micronutrientes en alimentos básicos tales como el azúcar y los cereales; el arroz dorado ha sido modificado genéticamente para adicionar vitamina A. Los insectos son fuente de abundantes proteínas animales, de vitaminas, de fibra y minerales. Tailandia, por ejemplo ya tiene 20.000 granjas de insectos que han reemplazado aves y mamíferos. Los científicos ya investigan la producción de carne sintética utilizando células madres extraídas de la vaca.
El desafío futuro consistirá en erradicar el hambre en nuestras vidas. El reto de Hambre Cero significa: cero niños con retraso del crecimiento menores de dos años, 100% de acceso a una alimentación adecuada durante todo el año, sistemas alimentarios sostenibles, aumentar el 100% la productividad de pequeños agricultores, cero pérdida o desperdicio de alimentos.
Con anemia nutricional imposible será educar, la deficiencia de hierro crónica y severa atrasará el desarrollo intelectual y desmejorará el comportamiento social, la falta de hierro disminuirá la capacidad física y deteriorará el sano esparcimiento provisto por deporte.
Sin suficiente yodo…la proporción de políticos aumentará potencialmente. Please, ¡yodo, más yodo!

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MANUEL ENRIQUE REY.— Ingeniero químico de la Universidad Nacional de Colombia, empresario, escritor e historiador santandereano. Miembro Correspondiente de la Academia de Historia de Santander.

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1 respuesta a Yodo, más yodo. Por Manuel Enrique Rey [*]

  1. Clara S. González dijo:

    Muy bien que se interesen por la salud fisica y mental de los niños. Buen artículo.

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