Un concurso bajo sospecha. Por Óscar Humberto Gómez Gómez.(*)

Con éxito se realizó prueba de conocimiento de la rama judicial

En el día de hoy se realizó en forma exitosa el examen de ingreso a la carrera judicial. Se presentaron al examen más de 21.000 aspirantes, que corresponden al 79% de los inscritos.

Es una cifra histórica, que da cuenta de la legitimidad del concurso y de lo atractiva que es la rama judicial. La carrera, y con ella el examen de ingreso, es fundamental para garantizar la independencia judicial y la meritocracia; con la carrera judicial se combate el clientelismo y las roscas.

Ahora bien, la Sala Administrativa se encuentra sin quórum desde el jueves pasado, porque uno de sus cuatro integrantes está en comisión de servicios. Se recuerda que el quórum para sesionar y decidir es de cuatro magistrados. Pero una vez la Sala esté reconstituida el próximo miércoles, dará cumplimiento inmediato a la medida cautelar, naturalmente en el estado en que se encuentre el concurso en ese momento.

La Sala Administrativa, respetuosa del Estado social de derecho, siempre acata las órdenes judicial (sic). Se precisa que las medidas cautelares no son retroactivas, de manera que se suspendería de ahí en adelante. Por consiguiente, las personas que presentaron hoy el examen pueden tener la tranquilidad que (sic) esta instancia del proceso de ingreso está agotada para ellas”.

Este es el comunicado expedido y publicado por el Consejo Superior de la Judicatura. Sala Administrativa ayer, domingo 7 de diciembre.

En otras palabras, como se hace en estas tierras desde la Conquista española, la ley se acata, pero no se cumple, y la violación de la ley se acelera para invocar después los hechos cumplidos.

O dicho de otra forma más exacta, se atiende al texto, pero no al espíritu (Es uno de los menos conocidos significados de la expresión jurídica “evicción de la ley”).

Porque lo que deja entender el comunicado entre líneas es que existía una medida cautelar que ordenaba suspender el concurso. Y que lo ordenaba, debido a las gravísimas denuncias sobre irregularidades detectadas en los preparativos del examen. Irregularidades, como el hecho de que se filtraron las preguntas y las respuestas, y que se estaban cobrando altas sumas de dinero por “soplar” de antemano las respuestas. Nuestro portal, incluso, publicó la columna editorial escrita al respecto por el director de El Frente Rafael Serrano Prada (VER: Entrada del 6 de diciembre).

Pero no. El Consejo Superior de la Judicatura lo que hizo fue realizar, de todas maneras, el concurso, a pesar de que un significativo 21% de los inscritos, según el comunicadono se presentó.

Y justifica el Consejo el que no se le haya dado cumplimiento a la medida cautelar con el asombroso argumento de que uno de sus miembros se encuentra fuera del país, en una misión de servicios, sin especificar dónde y haciendo qué.

En lo que resulta ser una leguleyada más, de las tantas a que nos tienen acostumbrados ahora ciertos sectores de las Altas Cortes, el Consejo dice: i) que obedecerá la medida cautelar, pero solo cuando regrese su integrante ausente; ii) que esa obediencia será solo hacia el futuro; iii) que él solo regresa el próximo miércoles; iv) que para la fecha de su retorno ya habrá pasado el concurso, pues el mismo se llevó a cabo ayer domingo; luego, v) el concurso ya es un hecho cumplido.

No hay nada que hacer: estamos en la peor crisis ética que se recuerde en la historia de la justicia colombiana.

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* Miembro del Colegio Nacional de Periodistas.

 

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1 respuesta a Un concurso bajo sospecha. Por Óscar Humberto Gómez Gómez.(*)

  1. ALEJANDRO GÓMEZ LAMUS dijo:

    Apreciado Dr. ÓSCAR HUMBERTO: a mí me parece que la comisión por servicios debe desaparecer de la administración pública; ya no se necesita viajar al extranjero para conocer algún aspecto de las sociedades avanzadas. Ahora tenemos el Señor “Google”, el buscador que nos ilustra de todos los avances del conocimiento y de la ciencia, y como si fuera poco, el Internet y las redes sociales nos conectan con todo el mundo. De modo que los funcionarios públicos no requieren de los fondos públicos en viajes costosos; los niños saben manejar la informática; la tecnología está al servicio de todos en el Siglo XXI.

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